CONSEJOS A AUTÓNOMOS Y PYMES PARA CERRAR EL AÑO FISCAL SIN SOBRESALTOS
Los trabajadores por cuenta propia y las pequeñas y medianas empresas afrontan uno de los momentos más delicados del año: el cierre fiscal.
En el caso de los autónomos, se enfrentan al cierre del cuarto trimestre. Pero, además, deberán dejar todo listo para presentar las declaraciones informativas anuales de enero. Para ellos, el resultado de este cierre marcará también la presentación de la próxima Declaración de la Renta.
En general es aconsejable no descuidar las facturas pendientes, y revisar todos los gastos importantes del mes de diciembre y del resto del año. Todos los gastos deducibles tienen que estar pagados antes de que acabe el año.
También recomiendan revisar si tienes registrados todos estos gastos en tu contabilidad con la categoría de gasto correspondiente, y registrarlos antes del 31 de diciembre en tu Libro de Registro.
Deberás registrar tu cuota de autónomos, algo que a veces se olvida pero que es deducible, al igual que las donaciones y el seguro de salud, en el caso de que seas el tomador o el titular del contrato.
IRPF en autónomos
Desde dicha asesoría también recuerdan que el IRPF reducido del 7 por ciento solo es aplicable en los tres primeros ejercicios fiscales desde el momento en el que se produce el alta en Hacienda.
“Aunque generalmente el comienzo del ejercicio fiscal es un buen momento para analizar si aumentar la base de cotización, recuerda que en 2019 habrá muchas novedades que afectarán a los tipos de cotización, por lo que es mejor ver qué pasará en enero”, argumentan desde CincoDías.
Como novedad, los autónomos también podrán incluir la prestación de maternidad o paternidad para solicitar la devolución del IRPF, en el caso de que la hubiesen recibido entre los años 2014 y 2018.
Cierre contable en pymes
En el caso de las pymes habrá que revisar datos como las amortizaciones, que reflejan la pérdida de valor de los activos fijos que aparecen en el balance de la empresa.
También se deberá prestar atención a los ingresos y gastos aplazados, esto es, los ingresos aún no cobrados, los pagos no efectuados y los intereses devengados. Además de al pago de la deuda a corto y largo plazo y las provisiones.
Mientras que en el área fiscal también habrá que valorar la amortización fiscal, que refleja qué parte del gasto de la amortización podremos deducir en la cuenta de resultados, el tratamiento fiscal de los contratos de renting y leasing que tenga la compañía, el tratamiento fiscal de las operaciones que se hayan realizado en el ejercicio, así como las deducciones de los beneficios e incentivos de la inversión empresarial y las ventajas fiscales derivadas de las donaciones.
Pasos para el cierre contable
En primer lugar, desde el programa de facturación Quipu, aclaran que antes de la regularización de las cuentas de ingresos y gastos, se debe comprobar que los datos de contabilidad coinciden con aquello definido en el Libro Diario. De este modo, se comprueba que no hay errores en los Libros de la empresa.
A continuación, hay que verificar el listado en el que se incluye todos los elementos que se consideran en la contabilidad de la empresa. Se debe comprobar que no haya ningún error en ninguna cuenta como las de financiación, existencias, compras, ventas y gastos e ingresos imputados al patrimonio neto.
Para poder cerrar el ejercicio contable, también hay que tener en cuenta las existencias no consumidas. Habrá que restar, por tanto, las existencias no consumidas de las compras realizadas durante el año, cifra que debería cuadrar con el número de existencias que se poseen en la actualidad.
No hay que olvidar regularizar los ingresos y gastos. También se debe considerar la regularización de las cuentas de patrimonio neto, esto es, la resta entre el grupo 8 y 9, los Gastos imputados al patrimonio neto y los Ingresos imputados al patrimonio neto.
Y si se tienen deudas pendientes hay que incluirlas en el cierre contable. Se deben considerar todas las deudas que quedan pendientes el propio año contable así como todos los créditos que quedan pendientes de cobrar.
Una vez ya se ha realizado los pasos anteriores, se debe cerrar los libros contables como el libro de inventarios y las cuentas anuales, en el que debe quedar constante el cierre contable.
Diferencia entre ingresos y gastos
Pero la tarea no acaba ahí. Al final del cierre contable se debe realizar la diferencia entre ingresos y gastos de la empresa, o lo que es lo mismo, realizar el asiento de regulación. Según la cifra que se obtenga, las empresas podrán saber si han tenido un año de pérdidas o de ganancias.
A la par del cierre contable, se debe realizar el cierre contable del año. Se trata de las acciones que se realizan para dejar el año fiscal listo. Entre los documentos a presentar destacan el Impuestos de Sociedades, entregar los modelos anuales, como el 390 de IVA y la amortización de los activos.
Errores comunes a evitar
Es importante evitar grandes variaciones en las cuentas. La Agencia Tributaria podría interpretar que se están ocultando datos o intentando defraudar. A la hora de completar la declaración del IVA, hay que ser minucioso en la revisión de los datos y confirmar que no existen grandes variaciones con ejercicios anteriores, salvo que estén perfectamente justificados.
Fuente: www.cincodias.com